No quiero juzgar si el dinero es bueno o es malo. Sólo deseo hacerles ver el poder de las creencias. Las personales y más aún las compartidas por muchos.Uso el dinero como ejemplo porque, hoy en día, es la creencia más habitual y extensa de toda la humanidad. Así, Vds pueden reemplazar la palabra dinero, en lo sucesivo, por cualquier "ismo" que se les ocurra (capitalismo, cristianismo, protestantismo, budismo, etc) y llegar a sus propias conclusiones.
Tengo 50 € en mi billetera. Creo que este billete tiene un valor. Y sé que con eso puedo ir a un restaurante y darme un atracón. Porque el dueño del establecimiento también cree que dicho billete tiene un valor.
Puedo convertir mi dinero en muchas cosas (sólo hay que navegar por Amazon o pasear por El Corte Inglés para darse cuenta ). Pero solo es un papel. Si . le diéramos a escoger a un aborigen australiano entre un billete de 500 € o un chuletón.. ¿Qué creen que preferiría ? Exacto. El chuletón.¿ Por qué ? Porque en su sistema de creencias lo más importante es la comida. No los papeles.
¿ Y el dinero bancario ? Es sólo un dato informático. No es más que una serie de dígitos en movimiento (debe, haber, saldo) dentro de un código específico (numero de cuenta, o numero de tarjeta). Pero si todos los clientes de un banco acudieran al mismo tiempo a retirar sus fondos, el banco no podría darles satisfacción, En este sentido, ciertas fuentes financieras afirman que todo el dinero "emitido" o creado, o puesto en circulación en el mundo desde el año 2006 hasta hoy, supuestamente para paliar la crisis económica, no tiene ningún contravalor. Es decir, no existe ninguna base de riqueza que lo avale.
Pero para que la creencia sea válida, se necesita que creamos también en la autoridad y el poder del que la sustenta. Todos creemos en el poder de los bancos, para "emitir" dinero, y en el poder de los estados para avalarlo. Por eso, ya desde antiguo, en las primitivas monedas figuraba la efigie del rey, del emperador, o del personaje público que tenía el "poder" de avalar esas monedas y convertirlas en bienes reales. (oro, seda, especies, etc..) Así empezó el comercio y el consumismo.
Dentro de esa creencia económica del sistema capitalista que hoy impera prácticamente en todo el mundo, existen dos vertientes distintas. La primera y más extendida engloba toda la gente que piensa que el dinero es para gastarlo y comprar cosas. Cuantas más mejor.! Pensando así nunca llegarán a ser multimillonarios !. La segunda incluye a las personas que opinan que el dinero no es para gastarlo. Sino para invertirlo y conseguir más dinero. Así, fomentan el crédito, invierten en negocios, o amplían los que ya tienen, contratando más empleados, aumentando la producción, etc. Al final consiguen crear riqueza , para ellos mismos y también, en cierta medida, para los demás, aumentando el bienestar general.
Es importante que pongamos en tela de juicio nuestras creencias. No para convertirnos en antisistemas, revolucionarios o ateos. Sino para ver hasta que punto tienen un valor real, o simplemente utilitario.Es decir, sirven para algo. Todas las creencias siguen este proceso y conllevan una acción característica . Ya sean creencias económicas, políticas, religiosas, étnicas, moda, en los Reyes Magos o en las Hadas Madrinas.
El problema empieza cuando algunos individuos tienen unas creencias tan distintas de la mayoría que eso les impide vivir en coherencia con la sociedad a la que pertenecen. La cosa se complica más todavía cuando esas creencias son inconscientes, y producen patrones de conducta erróneos.. Tengo que decir aquí que actualmente tenemos técnicas psicoterapeuticas y de biorresonancia efectivas para resolver estos casos.
Cómo dijo el filósofo:" Si algo es válido para mí, eso es la Verdad !"
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