Existen
solamente dos polaridades emocionales diametralmente opuestas. No más. Todo el
abanico emocional restante, es sólo derivación de las dos principales, en
diferentes grados y matices. Estas dos emociones básicas son el amor y el
miedo. No el amor y el odio, como se
podría pensar.
En el lado
del amor hallamos la atracción, la amistad, el apego, la cohesión, la
camaradería, la familia, el servicio, la entrega, la devoción, la benevolencia,
la alegría, la apertura hacia el mundo y los otros, y el sentimiento de que
todos somos uno. De ahí las frases: todos somos hermanos, todos tenemos el
mismo Padre, haz a los demás lo que quieres que te hagan a ti, etc..
En el lado
del miedo, nos encontramos con el aislamiento, la soledad, el afán de poder, la
avaricia, el egoísmo, la superstición, el sentimiento de que estamos solos y
nadie nos ayudará, de que el mundo está
contra nosotros, de que la vida es una lucha constante, etc.. En este lado encontramos
algunas patologías frecuentes, como ansiedad, depresión y fobias.
Mantener una
constante emocional positiva, es
sinónimo de salud.
La
psicomedicina, la medicina cuántica y la Medicina Integrativa manejan técnicas
propias y ajenas ( como la relajación , la meditación y el Mindfulness) que
hacen que el balance emocional sea mayor por el lado bueno que por el lado
malo, consiguiendo mejor calidad de vida y también mayor salud.
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